domingo, diciembre 24, 2006

FELIZ NAVIDAD



AÚN ESTOY A TIEMPO DE DESEAR A TODOS
UNA GRAN NOCHE DE PAZ Y AMOR

¡FELICES FIESTAS!

martes, diciembre 12, 2006

EDUCACIÓN CANINA


Desde que está a mi lado el mejor amigo del hombre, no tengo más remedio que mirar con frecuencia hacia el suelo.
Y lo que veo no resulta demasiado agradable ni a la vista, ni al olfato. A veces ni siquiera al tacto, aunque sea el hipotético tacto de los zapatos.
Está claro que los perros son unos animales fieles, cariñosos, simpáticos e incluso muchas veces entrañables.
Pero no dejan de ser animales. Y como tales, tienen unas necesidades fisiológicas que deben ser satisfechas con cierta periodicidad.
Un perro no es un peluche de felpa que se puede tener encima de una cama o en un estante como un adorno y que solo necesita que le sacudan, cada cierto tiempo, para quitar el polvo acumulado.
Tener un perro obliga a realizar determinadas acciones, muchas veces desagradables, que no se harían, ni por asomo, en otras condiciones.
A veces pienso lo fácil que sería controlar a los perros que pululan por nuestras calles. Es imprescindible "educar" a sus dueños. Solo con obligarles a cumplir las leyes existentes sería suficiente.
Hoy, mientras daba el necesario paseo mañanero con mi perro, me fijé en una mujer que caminaba unos pasos delante de mí. La acompañaba un pequeño Fox Terrier de pelo duro.
Era delgada, estaba en la década de los cuarenta, tenía el pelo rubio con el corte y las mechas precisas para darle un aire juvenil, moderno y falsamente descuidado.
Llevaba un vestido de serie, pero con un diseño funcional y cierto toque personalizado que lograba realzar su estilizada figura.
Las pequeñas botas eran de tacón alto y fina piel marrón, a juego con un pequeño bolso que colgaba de su hombro izquierdo.
Tenía un andar rápido y nervioso, que la obligaba a dar bruscos tirones de la correa.
De vez en cuando miraba hacia atrás, posiblemente quería confirmar que el perro continuaba atado a la correa y descartar que el sufrido animal no hubiese tenido una luxación cervical.
En algún momento no tenía más remedio que detenerse, pues el perro se empeñaba en parar a olisquear alguna zona especialmente olorosa del suelo. En esos casos se podía apreciar el disgusto de la mujer por el rictus de su cara.
Estaba claro que se veía obligada a sacar a pasear al perro.
En un momento determinado, el pequeño animal se detiene con decisión y firmeza. Se coloca en la posición precisa y termina dejando un consistente regalo en el suelo.
La mujer mira con desagrado al perro, sin inmutarse da un fuerte tirón de la correa y continúa caminando como si no hubiese ocurrido nada.
Pasa olímpicamente.
No tiene la más mínima intención de recoger el obsequio que acaba de dejar su perro en la acera.
No me pude contener.
Visto lo visto, acelero el paso, meto una mano en mi bolsillo de la chaqueta y saco una de las bolsas de plástico negro que llevo, mientras digo en voz alta:
-¡Señora!. ¡Eh, señora!.
Ella se detiene, gira el cuerpo y, mientras me mira con cierto desdén, me pregunta:
-Si. ¿Dígame?.
Con cara franciscana y la mayor de mis sonrisas, le doy la pequeña bolsa negra y contesto:
-Tenga, señora, una bolsa para que pueda recoger los excrementos de su perro. A mi alguna vez ya me pasó que se me olvida la bolsa en casa y es muy desagradable tener que volver, de nuevo, a recogerlos.
Primero se pone pálida, luego noto que aumenta el rictus de su cara y comienzan a marcarse las venas de su cuello.
Está a punto de contestar algo. Al final, lo piensa mejor y se contiene.
Respira hondo, coge la bolsa con cierta brusquedad. Me da las gracias con los labios apretados, casi escupiendo las palabras.
Se da la vuelta para ir a recoger lo que su perro había dejado en el suelo unos metros atrás.
Miré durante un momento como se agachaba para recoger los excrementos. Seguro que se estaba acordando mentalmente de toda mi familia.
Luego continué caminando mientras sujetaba la correa de mi perro.

miércoles, diciembre 06, 2006

RECHACE IMITACIONES


Ayer por la tarde fui a dar un relajado paseo por algunas calles de mi barrio.
Se nota que ya quedan menos de tres semanas para la navidad. Toda la ciudad luce los nuevos adornos navideños y los escaparates se alumbran de múltiples lucecitas de colores que parpadean sin cesar. Lo tópico y típico de estas fechas.
Durante el paseo, distraídamente me detengo delante del escaparate de una farmacia. Se anuncia y expone un poco de todo, desde fajas ortopédicas, bastones, champús que hacen desaparecer la caspa al segundo lavado, hasta el último avance en cremas para quitar, a la vez, las arrugas y las manchas de la piel.
En mi “escaneo” visual, algo insólito reclama mi atención. En uno de los estantes, veo que está a la venta una pulsera de aspecto metálico.
El precio anunciado a su lado es de 115 euros. Supongo que es una ganga.
No me pude resistir a realizar una foto con la cámara del móvil. Había oscurecido y el cristal del escaparate impedía un buen enfoque. El resultado deja bastante que desear, pero aún así, me atrevo a "subir" la foto.
Después tomé nota mental de las supuestas características y propiedades beneficiosas que tenía el uso continuado de la pulsera.
Intentaré hacer un pequeño resumen:
Al parecer está patentada, magnetizada e ionizada.
Sirve para adultos, niños y ancianos.
No tiene ningún efecto secundario.
Los efectos primarios van a continuación:
Parece ser que cura el insomnio, las jaquecas, la depresión, el stress, la ansiedad, la agresividad, las alergias, el reuma, la osteoporosis, las inflamaciones, el dolor de espalda, el dolor de riñones, el dolor de cabeza... entre otras cosas.
Tiene efecto de recuperación deportiva.
En fin. ¿Alguien da más?.
Si es verdad todo lo anterior -y una vez leído el anuncio nada me hace imaginar lo contrario- ya podemos ir pensando en tirar todos los fármacos.
Incluso también podemos hacer lo mismo con los farmacéuticos, médicos y resto del personal sanitario.
Solo con comprar y usar esta maravilla de pulsera se solucionan casi el 100% de las patologías físicas y mentales, presentes y futuras, de los sufridos humanos.
Si por efecto nefasto del "lado oscuro de la fuerza" no fuese así, siempre queda el consuelo de poder lucir una aparente pulsera por un módico precio.
Por cierto, es imprescindible que el comprador rechace imitaciones.
Y como último dato a tener en cuenta, el certificado de garantía, SOLO SE VENDE EN FARMACIAS.

lunes, diciembre 04, 2006

OTRO DÍA MÁS


¡¡Vaya la que armé!!
Todo el mundo preguntando si me pasaba algo. Si realmente me encontraba tan mal.
En fin. Vaya día que fui a escoger para hacer una valoración sobre el paso de los años. Y es que eso de cumplir años se supone que debe producir felicidad, satisfacción y euforia.
Pues no. Al menos, no siempre.
Sobre todo si te levantas con el pie izquierdo, amenaza tormenta, estás irascible ante el más mínimo comentario y tienes muy pocas ganas, o ninguna, de enfrentarte a los pequeños problemas que surgen a cada paso.
Vamos, que tienes eso que se llama “un mal día”.
Espero que el efecto “Navidad” no haga de las suyas y me induzca a escribir, de nuevo, otra entrada igual de sombría y pesimista. Espero que las circunstacias colaboren para que no ocurra.
Que conste mi propósito de enmienda, y para ello, lo primero que hago es cambiar el aspecto del blog.
En futuros días iré añadiendo algunas entradas más acordes con las festividades que están a la vuelta de la esquina.
Se acerca la Navidad, el Fin de Año y hay que ir tomando posiciones.
Prometo no ser demasiado depresivo ni crítico en mis próximas reflexiones.
Está claro que seguiré sin hablar de política.

jueves, noviembre 30, 2006

UN AÑO MÁS, UNO MENOS


Parece que fue ayer. Pero ya pasó otro año.

Una nueva vuelta al sol. 365 giros de la vieja Tierra sobre si misma.
Mientras me asomo desde lo alto y veo los estratos apretados que forman esas rocas que afloran en la playa, pienso en los millones de giros que fueron necesarios para formar ese conglomerado de rayas paralelas, casi verticales, curvadas, retorcidas por las manos misteriosas de algún invisible gigante.
Ante tanta inmensidad que inquieta y desconcierta, me siento diminuto e insignificante. Como un puñado de polvo que se desvanece al instante, arrastrado por el viento.
Me atrevo a mirar hacia atrás y me doy cuenta que solo las vivencias impactantes o sorprendentes permanecen como viejos recuerdos.
Todo lo demás se difumina y desaparece poco a poco. Incluso los rostros de aquellos amigos de juventud o de los viejos compañeros de estudios quedan ocultos en la niebla de un pasado remoto y casi olvidado.
¿Qué fue de las viejas esperanzas?.
¿Dónde están los recuerdos de un trabajo realizado día a día con dedicación y entrega?.
¿En que lugar se esconden los amores perdidos?
¿Qué queda de todo aquello?.
Solo humo, humo ensuciando los oscuros recovecos de mi memoria.

Ahora, cuando me miro al espejo, veo menos pelo sobre la piel que cubre mi cráneo, algunas canas, más kilos y un claro aumento en la laxitud de mi epidermis.
El efecto de la gravedad es evidente, y no solo en aquello que está a la vista. Permitidme no entrar en detalles con el fin de preservar la dignidad en algún modo.
Me doy cuenta que la luz es menos intensa, las letras son más pequeñas y mis brazos insuficientes para alejar el periódico a la distancia precisa para poder leerlo.
Advierto que mi comportamiento es más irónico, más cínico, quizás a veces puede ser cáustico. He llegado a la conclusión que vivir puede acabar perjudicando gravemente a mi salud. Lo dice la continua ampliación de la caja donde guardo mis pastillas.
Pienso en las muchas cosas que han cambiado desde los tiempos de aquella juventud perdida. Siento que faltan muchos seres queridos. Los años hacen que la soledad aumente mientras desaparecen los que se fueron, los que quedaron en el camino, los que no están por lejanía o por apatía mutua.
Algunos sobrevivieron, aguantan, siguen a mi lado, noto su cercanía, su calor.
Y les doy las gracias. Gracias por el tiempo vivido, por los momentos agradables, por las sonrisas y los llantos, por las alegrías y las penas.
Pero sobre todo, gracias, por el cariño compartido.

Percibo que, en el fondo, sigo siendo el mismo. Mi corazón aún piensa que es joven y en su interior se ocultan algunas pequeñas ilusiones.
No he traicionado al niño que todos llevamos dentro.
Aún me asombro y emociono ante la rebeldía de la juventud, ante la sonrisa de un niño o la mirada inocente de un pequeño cachorro.

¡Y aquí estoy! ¡Aquí sigo!
Con un año más, con uno menos, pero sin renunciar a que se realicen mis sueños.
No puedo, ni quiero, dejar de creer en ellos.
Me niego a dejar de soñar. Porque soñar es resistir.


martes, noviembre 28, 2006

NADA ES VERDAD NI ES MENTIRA


QUIJOTE, SANCHO Y ALGUNOS MÁS
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PERFILES HUMANOS
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NUEVE PERSONAS
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MUJER RECOSTADA
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LIAR
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¿JOVEN O ANCIANA?

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ANCIANOS, COPA, CANTANTE Y MUJERES

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BESO DE AMANTES

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lunes, noviembre 27, 2006

UN RAMITO DE VIOLETAS

Igual es que estamos en pleno otoño.
Y los árboles pierden sus hojas, quedando desnudas sus ramas.
Posiblemente será que es noviembre y los días son cortos y lluviosos.
Tiempo en que la nieve empieza a pintar de blanco los picos cercanos.
Pero es justo el momento de recibir un ramito de violetas.

sábado, noviembre 25, 2006

VIAJES SECRETOS


Hace unos días estuve hablando con mi “proveedora de viajes”.
En realidad llamo así la dueña de la agencia de viajes donde normalmente contrato mis "vacaciones" o los desplazamientos más o menos largos que puedo hacer a lo largo del año.
Debo reconocer que nuestras relaciones comerciales son cada vez menos intensas, pues el influjo de “Internet” está destruyendo rápidamente ciertas profesiones y antiguos negocios florecientes.
En el fondo, poderoso caballero es Don Dinero y al final, nadie se casa con nadie.
Después de muchos años de conocernos y de charlar sobre lo divino y lo humano, hemos llegado a ese nivel de confianza que nos permite intercambiar ciertos secretillos, curiosidades y anécdotas de nuestras respectivas profesiones.
Bien es verdad que sin demasiada reciprocidad por mi parte.
Supongo que en eso de los viajes de sus clientes le ocurre lo mismo que a los curas con lo que les cuentan en el confesionario.
Y es que hay cosas que no deben ni pueden contarse. Y menos a un desconocido.
Pero bueno, yo debo estar ya en otra categoría y de vez en cuando, esta buena amiga, se atreve a contarme ciertas confidencias sobre alguno de sus clientes.
No voy a entrar en la indiscreción de relatar esos cotilleos por aquí.
Entre otras cosas, por la confianza depositada en mi y porque puede darse la muy remota casualidad de que alguno de los afectados lo lea y se dé por aludido.
El mosqueo puede ser soberano.
No quiero que alguien coja una “recortada”, se líe la manta a la cabeza y envíe a mi amiga al otro barrio antes de tiempo.
Igual su marido se atreve a decir que nunca es tarde si la dicha es buena.
Pero hay ciertas dichas que cuanto más tarde, como que, mejor.
Sobre todo para mi amiga.
Pues a lo que iba. Siempre hubo y habrá viajes secretos de maridos con las amigas de sus mujeres. Y viceversa. Nada nuevo bajo el sol.
Las asistencias a congresos, seminarios o reuniones de negocios inexistentes, siempre dieron mucho juego.
Ahora con el invento del móvil puedes estar en Bilbao y decir que estás en Barcelona, por poner un ejemplo. Siempre teniendo cuidado de que no se oiga un zortziko de fondo en vez de una sardana.
Claro que algunos son mucho más prosaicos y no necesitan tanta parafernalia, le cuentan a la parienta que se van al bar cercano a ver el partido Barcelona-Bilbao por el canal + y acaban cogiendo el coche para terminar en una sauna oculta tras una discreta puerta o en una casa alumbrada, cual arco iris, con horteras tubos fluorescentes al borde de una carretera comarcal.
Cuestión de gustos.

miércoles, noviembre 22, 2006

EN MI PLAYA VACÍA


Me acosté tarde.
Me levanté temprano.
Se está haciendo una costumbre.
Tiempo dedicado a dormir es tiempo perdido.
Hoy necesitaba estar lejos.
Donde no me busquen.
Donde no me encuentren.
En mi playa solitaria.
En mi playa vacía.
Un buen día para dar un paseo por su orilla.
Quería volver a escuchar el rumor de sus olas.
Necesitaba de nuevo su brisa en mi cara.
Ver los tímidos rayos levantar el vuelo.
Ansiaba sentir a mi sol cálido y amigo.
Cuando llegué donde rompen las olas aún era de noche.
Las luces envolvían con un collar de perlas el arco de la playa.
El agua lamía suavemente el borde de la arena.
Desnudé mis pies.
El frío del otoño agitó mi alma.
Nadie miraba a las gaviotas jugar con el viento.
Quise volar con ellas.
Pregunté con la mirada.
Dijeron que era tarde.
Demasiado tarde.
Quizás otro día.
Tal vez, mañana.

lunes, noviembre 20, 2006

SUEÑOS


EVOLUCIÓN
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COLUMNAS
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CABELLOS
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PINTANDO
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HORMIGAS Y HORMIGUERO


Recuerdo que tenía unos cinco años.
Fue la primera vez que subí tan alto, al menos la primera vez que recuerdo.
Era un edificio enorme, situado cerca de una famosa plaza de la ciudad.
Después de montar en un rápido ascensor, me encontré en un balcón acristalado y reforzado con un enrejado de acero inoxidable.
Con cuidado y mucho miedo, mientras me sujetaba con las manos a los barrotes que protegían el cristal, acerqué la cara y miré hacia abajo.
Al principio sentí un vacío en el estómago, la distancia hasta el suelo me pareció enorme, pero en poco tiempo me fui acostumbrando a aquella desagradable sensación.
Empecé a distinguir multitud de puntitos que se movían con rapidez y sin ningún control. Enseguida supe que eran personas.
Mucha gente andaba o corría en todas direcciones, aparentemente sin que supiesen bien a donde iban.
Desde arriba daba la sensación que estaba contemplando la entrada de un hormiguero donde multitud de hormigas se movían como si buscasen algo que nunca llegaban a encontrar.
Años después volví a tener la misma sensación estando asomado al balcón de un hotel situado en una de las esquinas de la Plaza de Cataluña.
Apoyado en la barandilla, mientras miraba a todas aquellas personas entrando o saliendo de las bocas del metro, pensé en la idea de un Dios todopoderoso y sentí un escalofrío.
Si ese Dios fuese real y no un producto cultural fruto de nuestras limitaciones humanas.
Si ese Dios, en algún momento, tuviese la dudosa necesidad de mirarnos desde arriba.
Seguro que no pensaría en nuestro utópico libre albedrío.
Solo “pasaría” de nosotros como nosotros “pasamos” de las hormigas en la entrada de su hormiguero.

domingo, noviembre 12, 2006

SUPER E HIPERMERCADOS


Hace varios días que no voy al “hiper”. Supongo que no tengo los niveles precisos y en cantidad suficiente de depresión acumulada.
Me explico.
Tengo la teoría, compartida por muchos, de que la gente va a los supermercados no solo a comprar las cosas que no necesita, sino que utiliza las compras y sobre todo la permanencia en esos enormes espacios como válvula de escape para intentar borrar sus frustraciones, depresiones, tristezas y desilusiones.
Saben, todos sabemos, que el día que “toca” ir al supermercado es para comprar algo.
Lo que sea.
Aunque no necesitemos nada.
Una vez allí, seguro que encontraremos algo totalmente inútil, cualquier cosa que no nos hace ninguna falta pero que acabaremos comprando.
La ausencia crónica de dinero ya no es un problema, al menos no el más importante, tienes en la cartera la "maravillosa" tarjeta.
Ese pequeño pero poderoso rectángulo de plástico que te regala el propietario para poder “quemarlo” en lo que quieras.
Luego, a un mes vista... ¡Dios dirá!.
Multitud de parejas pasean, con miradas entre perdidas y somnolientas, empujando un carrito por las distintas zonas del hiper.
¿Porqué se llamará “carrito” si es enorme?.
Y es que el tamaño, como en otros casos, si es importante, así nunca parecerá que está lleno.
Caminan por un estrecho pasillo delimitado por montones de productos con grandes letreros de “rebajados”.
Los mismos productos que diez días antes estaban medio ocultos y a mitad de precio en la zona inferior de cualquier estante.
En un vano intento de anular todo aquello que les frustra, la gente va metiendo en el carro los artículos ofertados sin pensar en la falta que les hace.
Está claro que no se puede desperdiciar tanto regalo por parte del dueño.
Por ejemplo: con un kilo de naranjas te ¿regalan? un exprimidor.
Un marido le recuerda a su pareja que ya tienen exprimidor en casa.
La mujer queda un momento pensativa, pero rápidamente contesta mientras mete dos bolsas de naranjas en el carro:
-Es igual. Por si se rompe el que tenemos.
Al ver la cara de interrogación del acompañante, la mujer le dice:
­-Meto dos bolsas y así podemos regalarle un exprimidor a tu madre que seguro que lo necesita.
El marido, con cara de resignación, contesta en voz baja:
-¡Pero si ella también tiene uno!.
La mujer da la callada por respuesta y sigue empujando el carro, ahora con dos bolsas de naranjas y dos exprimidores de regalo en su interior.
Sabe, se nota en su cara resplandeciente, que hizo un buen negocio.
Por fin llegan al final del pasillo, está tan al final, que para volver a salir tienen que recorrer todo el local.
Y es grande hasta decir: ¡basta!.
Los siguientes pasillos parecen formar parte de un indescifrable laberinto donde los productos que realmente necesitan cambiaron de sitio por arte de algún mágico embrujo.
Todo sea por hacer ejercicio y de paso meter más cosas innecesarias en el dichoso carro.
Que por cierto, ya está completamente lleno, y eso que parecía grande.
Está claro que el propietario del local piensa en todo.
Burro grande...
El marido, mirando al carro piensa que hubiese sido mejor haber cogido una cesta. Pero ya es demasiado tarde.
Mientras buscan la salida se encuentran con las galletas que no les gustan pero que vienen en una caja metálica muy útil para guardar esas “cosas” perdidas por algún cajón.
El marido tiene la osadía de pensar, sin atreverse a decir nada, en las tres cajas iguales que ya tienen en casa, sin abrir y llenas de las dichosas galletas.
Mientras, las “cosas” siguen perdidas por algún cajón.
Un poco más allá tropiezan con las mermeladas, todos los frascos están bien colocados, los más caros están situados en el estante que queda a media altura, un poco por debajo de los ojos, fáciles de coger.
Incluso el carrito "colabora". Tiene la tendencia, si lo empujan con la mano izquierda, de desviarse hacia la derecha, hacia el estante que están mirando en ese momento. ¿Pura casualidad? ¿Física elemental? ¿Unas ruedas más frenadas que otras?.
La verdad es que ninguno de los dos recuerda si les queda mermelada en casa.
Bueno, es igual, se llevan dos botes por si les hiciese falta.
Además, ¡están en oferta!.
Después de conducir el contenedor, sorteando a los que vienen de frente, llegan al área de las cajas para pagar.
Ahora toca encontrar la caja que tenga menos gente esperando y que parezca que vaya más rápido.

Pero esa es otra historia. Se la contaré otro día.

MAMÍFEROS MARINOS


Siempre tuve la suerte de vivir cerca del mar.
Recuerdo desde muy pequeño el ruido acompasado de las olas al romper en las rocas, el sonido de las gaviotas revoloteando sobre los barcos que llegan cargados de pesca y la brisa que arrastra pequeñas gotas de agua salada y diminutos granos de arena.
También sigo recordando aquella serie televisiva que hace ya años conmocionó al público llamada “Flipper”.
Aquellas, en apariencia, simpáticas e inocentes historias sobre un delfín macho que decidió vivir cerca de un padre y sus dos hijos, en realidad nunca existieron salvo en la ficción de una serie televisiva.
La "imagen" del delfín estaba “interpretada” en la realidad por cinco hembras de delfín en cautividad obligadas a realizar lo escrito en el guión.
Las “destrezas” que estos animales realizaban se lograron por el deplorable método de mantenerlos hambrientos hasta que ejecutaban lo que el entrenador quería.
A pesar de todo esto, posiblemente esta serie fue muy importante al lograr concienciar al público televisivo en beneficio de los mamíferos marinos.
Posteriormente llegaron las imágenes de delfines atrapados en las redes y masacrados durante la pesca del atún.
Nadie puede olvidar la imagen de aquella cría de foca, su redonda e inocente cara, sus grandes y negros ojos mirando fijamente a la cámara fotográfica, mientras a su alrededor unos humanos mataban a palos a otros pequeños y rechonchos congéneres.
Poco a poco, gracias a la influencia de estos y otros nefastos ejemplos, se fueron creando leyes, cada vez más estrictas, con el fin de intentar proteger a estos animales.
Aunque muchas de estas especies se encuentran en peligro de extinción por la caza continuada a la que están sometidas, otras están siendo salvadas gracias a la moratoria acordada por la Comisión Ballenera Internacional “obligada” por la fuerte presión ejercida por los ciudadanos y organizaciones ecologistas.
Hoy en día, a pesar de la hipócrita “pesca científica” y de los múltiples intereses económicos que siguen viciando la protección de muchas de estas especies, cada vez es más amplia su defensa y conservación en libertad.
Pero no hay que bajar la guardia, los países "consumidores" de estos animales vuelven a las andadas y no tiran la toalla en sus intentos de anular las leyes proteccionistas creadas para salvarlos de la extinción.
Solo con la educación y la sensibilización de todos los implicados en el problema, sobre todo de los más jovenes, se podrá lograr detener la muerte y desaparición de estos animales por causa de la agresiva depredación humana.

miércoles, noviembre 08, 2006

PIENSA EN MI


Piensa en mi cuando sufras,
cuando llores también piensa en mí.
Cuando quieras quitarme la vida,
no la quiero para nada.
Para nada me sirve sin tí.

Si tienes un hondo penar, piensa en mí.
Si tienes ganas de llorar, piensa en mí.
Ya ves que venero tu imagen divina,
tu párvula boca que siendo tan niña me enseño a pecar.

Piensa en mí cuando sufras,
cuando llores también piensa en mí.
Cuando quieras quitarme la vida,
no la quiero para nada,
para nada me sirve sin tí.

martes, noviembre 07, 2006

VALEN MÁS QUE MIL PALABRAS

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MUESCAS
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AUTOSERVICIO

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AIRBAG DE SERIE

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AMORES

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DISEÑO

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OPTIMISTA

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YACUZZI

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SOBRAO


miércoles, noviembre 01, 2006

¿EL MEJOR AMIGO DE LAS ALFOMBRAS?


Todos lo dicen, es el mejor amigo del hombre.
Y viendo su pequeña cara asi lo parece.
Está claro que esta mirada refleja candor y una total falta de malicia.
Supongo que la misma opinión que yo tengo, la tendrían algunas alfombras de mi casa si pudieran opinar.


Claro que viendo la siguiente imagen igual debería plantearme cambiar de criterio.
Estoy seguro que alguna alfombra me lo agradecería.

domingo, octubre 29, 2006

EVOLUCIÓN Y CEFALÓPODOS

Recuerdo las discusiones, a veces encendidas, que hace bastantes años manteníamos un grupo de jóvenes alumnos con una excelente profesora universitaria de zoología.
Era, sé que sigue siendo, una mujer de aspecto menudo y delicado, pero tenía la cualidad de mantener a raya los altos niveles hormonales que corrían por nuestros cuerpos mediante una equilibrada combinación de voz suave y mirada firme.
Hace muchos años que no la veo, algo imperdonable por mi parte dado que me resultaría muy fácil volver a disfrutar de su compañía y recordar con complicidad y nostalgia aquellos buenos momentos.
Prometo que pronto, ahora que estoy más libre de obligaciones, me acercaré por su departamento e intentaré corregir esta imperdonable desidia.
Sigo viendo, en su pequeña y blanca cara, la tenue y poco duradera lucha entre la leyes Lamarckianas del uso y desuso de los órganos y de la herencia de los caracteres adquiridos, contra la vencedora Teoría de la Evolución darwiniana.
Estoy seguro que en el fondo de su pensamiento, muy en el fondo, todavía subsiste cierta influencia del poco afortunado y no siempre comprendido Jean-Baptiste Lamarck.
Aquellas tardes pasaron rápidamente, pero aún permanecen ancladas en mi memoria con agrado y firmeza.
Muchas de las tendencias y suposiciones allí planteadas sobre la evolución de los distintos organismos fueron quedando en el olvido o relegadas a simples curiosidades con el paso del tiempo y los nuevos descubrimientos.
Me gustaría volver a retomar las discusiones mantenidas sobre uno de los grupos más oscuros, y a la vez más interesantes, desde el punto de vista evolutivo.
Me refiero a los Cefalópodos.
Estos animales siempre me parecieron unos invertebrados dignos de estudio por sus particulares y sorprendentes características tan parecidas en muchos casos a los vertebrados.
Su resistencia a desaparecer de la faz de la Tierra, a pesar de los muchos cambios e incluso cataclismos que tuvieron que soportar, es encomiable.
El último, hace 65 millones de años, dejó como supervivientes a casi 800 especies, con dos subclases: los Coleoideos que agrupa a los comúnmente llamados pulpos, calamares y sepias, y los Nautiloideos con dos géneros y cuyo representante más conocido es el Nautilus.
Los procesos evolutivos que dieron lugar a la actual diversidad de estos animales es evidente que están ligados a los distintos mecanismos adaptativos respecto a su flotación y a su especializada locomoción.
La falta de fósiles es uno de los problemas que existen a la hora de despejar las múltiples teorías planteadas en su evolución.
Mis posteriores ocupaciones laborales fueron por caminos menos teóricos y más pragmáticos.
Pero los grupos de trabajo y discusión formados en aquellas clases sobre la Teoría Evolutiva y sus derivaciones filosóficas marcaron mi pensamiento y aún lo hacen en la lejanía.

sábado, octubre 21, 2006

FUNDACIÓN E IMPERIO


Esto es historia-ficción.
Cualquier parecido con la verdadera Historia es mera coincidencia.

Todos los imperios, y sus culturas asociadas, que hubo y habrá en el Mundo tienen un principio, una etapa de desarrollo y crecimiento, luego una estabilización, para pasar a un declive y su posterior desaparición.
Las últimas etapas son un proceso lento, pero en continuo deterioro exponencial.
Se produce una degradación en todos los aspectos, que es más evidente en la corrupción de los comportamientos políticos y en un claro deterioro de la defensa de la propia cultura. Valores estabilizadores imprescindibles en el entramado organizativo de todo imperio que se precie.
Cuando esto ocurre, comienza la decadencia del imperio y suele concluir con su sustitución por otra u otras culturas y potencias emergentes que acaban ocupando su lugar.
En los dos últimos siglos, la supremacía o el dominio cultural y político en el ámbito mundial está representado por lo que podemos llamar la “alianza” anglo-estadounidense.
Pero el proceso comenzó mucho antes. Comenzó con la caída del Imperio Romano y de la cultura greco-romana asociada a este.
La estabilidad que implicaba Roma se vino abajo en un proceso que duró siglos y que abarcó todo un largo periodo que los historiadores denominaron “Edad Media”.
Los conocimientos, normas y códigos en los que se basaba toda la cultura grecorromana, origen de la futura civilización democrática, corrían el riesgo de desaparecer con el ocaso y destrucción del imperio.
Era imprescindible conservar tan importantes parámetros culturales.
Para ello, se precisaba una organización que reuniese y aglutinase todo el saber y los conocimientos dispersos por el imperio antes de que desapareciera.
Esta Organización debía de ser estable y permanente, con una autoridad estructurada internamente de forma jerárquica, inquebrantable e inflexible, pero a la vez versátil, resistente a los embates de los convulsos cambios que iban a producirse durante tan largo proceso, pero que supiese adaptarse a ellos.
Solo una Institución cumplía estos requisitos: una estructura basada en una creencia religiosa.
Una religión. La religión de los cristianos. La Iglesia Católica.
Una religión monoteísta de origen judío y que tras recibir el barniz de la cultura greco-romana se convirtió en la religión oficial del imperio.
Crecida y difundida al amparo del poder que emanaba de los emperadores de Roma, supo siempre mantenerse al lado de la autoridad política. Muchas veces, en simbiosis perfecta, logró controlar y dirigir el poder político de acuerdo con sus intereses no siempre espurios.
Cuando las estructuras política y económica se resquebraban, solo esta permaneció intacta y segura. Es más, aumentó su poder y su influencia a medida que iba aumentado el deterioro de las otras.
La Iglesia Católica era ideal para servir de receptáculo y amparo de toda la Cultura greco-romana. Y lo hizo con notable sabiduría y dedicación. No solo la preservó e impidió su deterioro, sino que en ciertos momentos logró engrandecerla y reforzarla con aportaciones dignas de elogio, buscando una mayor perfección del ideal griego.
El paso del desierto fue largo, y a veces oscuro y doloroso. Pero la semilla de una Cultura, guardada y protegida en las iglesias y conventos cristianos, sirvió de estímulo para el nacimiento de una nueva y poderosa Europa que tuvo el poder de dominar el mundo durante varios siglos.
Pronto esta función de custodia y protección de la Cultura, realizada por la Iglesia, dejo de ser considerada como necesaria al pasar a manos de las nuevas y poderosas estructuras sociales, nacidas al amparo del Imperio. Con ello, la Iglesia pierde el poder terrenal que llevaba implícito el monopolio de recopilar y guardar todo el Saber acumulado.
Como en todo Imperio que se precie, el declive comienza a percibirse en el entorno que rodea a la civilización occidental.
Todo empieza con el deterioro de los valores que sirven de base a dicha Civilización. Ante cualquier agresión externa o interna a esos valores, la respuesta es fingir que no se ve, no se siente, no se aprecia el ataque como tal. La reacción es mirar para otro lado. Nada tiene importancia.
Con ello lo único que se logra es que los atacantes se sientan fortalecidos ante tanta cobardía. Las siguientes agresiones son más atrevidas, descaradas e intensas. Los ofensores se consideran ofendidos.
La autocomplacencia, la búsqueda del hedonismo como valor absoluto, la huida por el camino más fácil, la falta de coraje ante las dificultades, la dejadez, la falta de creencia en los valores democráticos como pilares de la Civilización, hacen el resto.
Para que una Cultura permanezca, lo primero que se necesita es la existencia de individuos, personas, que crean en ella.
El Imperio Romano comenzó su desintegración cuando las legiones que defendían sus fronteras fueron constituidas por mercenarios reclutados entre los propios enemigos.
Las invasiones más rápidas y efectivas se hacen desde dentro.
Pero eso es el futuro. Pura historia-ficción.

martes, octubre 17, 2006

Y ME MIRAS, Y TE MIRO


Por que siento que sientes
Cuando vibra mi piel por un gesto
Sonrío despacio, es tu aliento
Bucle del tiempo aturdido
Y me miras, y te miro

Descubro el silencio, un olvido
Un año más, uno menos
Bajo tus pestañas se ocultan
los rincones perdidos
Y me miras, y te miro

Paraísos de oscuros secretos
Sensación de humedad encubierta
Mano que roza una curva
Se pierde, se acerca, me aturde
Y me miras, y te miro

Encuentros, ausencias, descuidos
Clandestinos besos furtivos
Pequeñas tristezas, alegres rumores
Cobijos de ofensas, ternuras o mimos
Y me miras, y te miro


RECORTES

AYUDA

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DESIERTO

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SIMBIOSIS


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DESTINO

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SOMBRA

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CAZADOR

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VÍCTIMA

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PAREJA

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AMOR

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PELIGRO

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CATARATA

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OTOÑO



domingo, octubre 15, 2006

EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE

Hoy me encontré con un señor que podría tener unos, muy bien llevados, ochenta años.
Vestía con exquisita distinción un buen traje gris, camisa blanca y corbata. Me fijé que llevaba gemelos y pasador de corbata. Sus zapatos estaban relucientes.
Llevaba buen paso, supongo que en dirección a una de las iglesias de la pequeña villa norteña donde vive. Era cerca del mediodía y las campanas tañían llamando a la misa de las doce.
Yo iba en dirección contraria y cuando llegamos a la misma altura, se detuvo.
Con mirada triste y voz emocionada me dijo:
-Le envidio. Pasea usted con el único amigo que va a tener en su vida.
Puse cara mitad de asombro y mitad interrogativa. Al mismo tiempo que le preguntaba:
-¿Tiene usted uno?.
-Lo tuve durante doce años. Por desgracia se me murió hace cinco.
-Cuídelo- Continuó diciendo.
-Aún recuerdo lo mal que lo pasé cuando lo perdí- Mientras decía esto, sus ojos se llenaron de lágrimas.
-¿Por qué no busca otro?- Le pregunté.
-Ahora ya no me dejan tener otro. Vivo en una residencia de ancianos y no los permiten.
Desconcertado, sin saber muy bien que decir, me despedí con la excusa de seguir el paseo.
El anciano miró hacia abajo y una pequeña sonrisa se dibujó en sus pálidos labios.
Unos vivarachos ojos le devolvieron la mirada.
Dio media vuelta y continuó su camino.
Miré hacia atrás, noté que su paso era más lento, me pareció que su figura se había empequeñecido a pesar de la poca distancia recorrida.

miércoles, octubre 11, 2006

ADIVINA, ADIVINANZA


En estos últimos días de necesaria permanencia en la cama, me he dedicado a uno de mis grandes vicios. "Zappinear".
Y viendo lo que se veía lo hice con profusión.
A determinadas horas mañaneras predominan los múltiples anuncios sobre el dinero rápido que casi te regalan en el acto y sin pedir nada a cambio.
Bueno, solo piden el 25% de interés. Un interés muy interesado.
Ya estaba aburrido y con sobrecarga en el aparato flexo-extensor del índice derecho, cuando tuve la enorme ¿suerte? de caer en un canal televisivo de los llamados provinciales.
¿Fue suerte o premonición?.
Esta pregunta es difícil de responder. Otro día preguntaré al busto parlante.
Seguro que me aclara la duda que me corroe.
Pues, como iba diciendo, en ese canal estaba una señora de mediana edad sentada detrás de una mesa y hablando con otra que, al parecer, había llamado por teléfono.
Era una supuesta adivina, una nigromante, una adivinadora del porvenir.
Vamos, lo que se llama una “echadora de cartas”.
Me picó la curiosidad, la carne es débil, y quedé a oír lo que decían.
La conversación se parecía mucho a lo que sigue:

La Adivina:
-Tenemos una nueva llamada.
-Hola, buenos días. ¿Desde donde llamas?-.
(¡Ya empezamos!. ¿Pero ni siquiera por el número de teléfono saben desde donde llaman?. Podría ser una llamada por móvil, en cuyo caso el “coordinador” podría hacer unas preguntas previas con la excusa de un filtrado “inteligente” y luego pasarle los datos por un “pinganillo” a la paranormal).

La Crédula:
-Desde ...... (Ciudad de más de 100000 habitantes, que una es tonta pero no tanto, no vayan a reconocerla).

La Adivina:
-¿Cómo te llamas y en que año naciste?-
(Que poco poder profético que no es capaz de adivinar ni el nombre ni la edad).

La Crédula:
-Soy Aries y nací en el 76-

La Adivina:
-¿Qué quieres saber?, Aries-
(Me está desilusionando, ¿no se supone que es adivina?).

La Crédula:
-Quería preguntarte por un chico con el que salgo. Si tengo futuro con él-.
-Necesito saber si voy a ser feliz a su lado-.
-Y es que confío mucho en ti. Pues ya otra vez me acertaste todo-.
(¡Vaya!. No es la primera vez que la engañan).

La Adivina:
Mira de reojo a la cámara, con mirada comprensiva y cierta superioridad.
Coge las cartas, las baraja, las corta, las vuelve a barajar, las mira, nuevo corte, vuelve a mirarlas.
Despacio, sin agobios, dándose su tiempo.
Y es que el tiempo es oro.
Que se lo pregunten al recibo de teléfono del próximo mes.
Pone cara de preocupación. Comienza a echar la cartas sobre la mesa. Las va colocando en una posición determinada. Como si jugase un solitario.
Mientras toca con suavidad y cariño las cartas, dice :
-Hace poco tiempo que sales con él, ¿verdad?-.

La Crédula:
-Un par de meses-
-¿Cómo lo supiste?-
Dice con voz alegre. Con la alegría de saber que no está tirando el dinero.
(Si será.... ¿No se da cuenta de que en sus propias preguntas ya va implícito que casi no conoce al chico?).

La Adivina:
-Bueno, las cartas me dicen que hay otra persona-.
Y acaba la frase bajando el tono de voz. Como si descubriese un secreto muy oculto.
Siempre acierta.
Esa otra persona puede ser la esposa de él, el marido de ella, otra amante, otro amante, la suegra, la nuera, vale incluso la chica de la limpieza que un día miró de reojo al chico.
La contestación de la crédula es decisiva.

La Crédula:
1ª contestación:
-Si. Mi madre no quiere que salga con él-
La adivina se fía más de la madre que de la hija (sobre todo si la madre no llama a su consulta) y la respuesta es evidente.

2ª contestación:
-Es que él está casado. Pero me dice que va a dejar a su mujer-.

La Adivina:
En el primer caso:
-No veo mucho futuro en esa relación. Pero debes de darle un tiempo para ver si las intenciones del chico son buenas-.(Después de cerrar la puerta, siempre deja una ventana abierta para poder salir en caso de que la madre no tenga razón).

En el segundo caso:
-Las cartas me dicen que te está utilizando-. (Se lo dice la lógica).
-No es buena esa relación, está basada en la mentira y no tiene futuro. Al menos a medio o largo plazo- (Las posibilidades de que deje a su mujer son pocas. Si alguna vez lo hiciese, quien miente una vez lo puede hacer mil veces. Al menos a medio o largo plazo).

La Crédula:
-Gracias, me ayudaste mucho-
-Buenos días y hasta la próxima-

La Adivina:
-Siempre estaré aquí para ayudarte-.
(A sacar el dinero de tu cartera y meterlo en la mia).
Recoge las cartas, mira a la cámara y dice:
-Si quieres hacer como ella, solo tienes que llamar al número que aparece abajo en la pantalla... Y si quieres tener una entrevista personal en mi consulta llama a mi número privado para pedir hora-. (¡Que nivel!. Hay que pedir vez).
Vuelve a barajar las cartas y de nuevo se oye el sonido del teléfono.
-Creo que tenemos una nueva llamada-
De nuevo vuelve a funcionar toda la parafernalia.

La Crédula:
Voz cansina, parece deprimida y por el tono es de una mujer de mediana edad. Pregunta por su futuro en el trabajo.

La Adivina:
-Te veo que estás bloqueada, no te agobies. Ya sabes que para florecer en el trabajo primero hay que sembrar-. (Pura sicología de andar por casa).
-Tienes que abrirte a otras posibilidades. Las cartas me dicen que ahora el trabajo está mal pero que tendrás nuevas posibilidades, no son seguras pero están ahí-. (Si la voz es depresiva seguro que, o no tiene trabajo o está a punto de perderlo o es un trabajo mal remunerado. Siempre puede aparecer un nuevo trabajo de igual o peor calidad que el que tiene).
-Veo que alguien te echó el mal de ojo. Debes de pasar el agua y debes hacer el ritual para quitar el mal de ojo. Y de vez en cuando tienes que protegerte con la cruz de Caravaca. Te aconsejo que vayas a mi consulta privada para que pueda ayudarte-. (Y sacarte más euros si cabe).

El teléfono seguía sonando.
La adivina encantada de la vida.

No se si fue el efecto del sobrecito para la gripe o que tanta estupidez empezaba a hacer efecto, pero pronto comencé a sentir que los párpados se me cerraban.
Justo a tiempo de apretar con el índice el botón “Off” del mando de la televisión.

martes, octubre 10, 2006

DE REQUEMADOS A AGUA DE ARROZ


Bueno. Ya estamos en ello.
Uno va recuperando la "normalidad".
Después de varios días de lucha contra el minúsculo virus.
Se nota que esto va algo mejor.
Pero, ¡cómo cuesta vencerle!.
Y es que no hay enemigo pequeño.

Se empieza la guerra “mojando” pañuelos.
Y te acuerdas de los “requemados”.
Acabas re-quemando un cazo.
Salpicando de caramelo media cocina.
Incluso llegas a quemarte la mano.
Y encima, todo va de mal en peor.
Pero, ¡que bien sabe el caramelo con leche!.
Luego pasas a la miel con limón.
Vahos de eucalipto.
A sudar en la cama bajo tres mantas.
Y nada...
Estás perdiendo todas las batallas.
Incluso temes perder la guerra.
Por momentos crees estar en la “madre” de todas las guerras.
No tienes más remedio que dar un salto cualitativo.

Empieza la danza de la farmacopea.
Pomada grasienta en el pecho con olor penetrante.
Jarabe dulzón para esa tos agarrada.
Se agarra tanto que no te suelta.
Luego unos sobres con sabor a todo,
menos a lo que dicen que saben: a naranja.
Te dan sueño, pero no te quitan lo que prometían quitar.

Ya van 5 días de tos, dolor de cabeza, fiebre, tiritonas...
Vamos, lo típico en una gripe poco original.
Te duelen hasta los pocos pelos que te quedan.
Hasta que la susodicha deja de ser convencional.

Pues eso. ¡Cómo éramos pocos, parió la abuela!.
Dolor en la frente y a los lados de la nariz.
Cambio de color en los pañuelos.
Se une la sinusitis a la fiesta.
Nuevo salto en el tratamiento.
Al parecer, los virus sacan a bailar a las bacterias.
Toca antibióticos.
Después de unos interminables días, remite casi todo...
Para comenzar la diarrea.
La flora intestinal no se lleva demasiado bien con ciertas cápsulas.
Y es que no hay nada como un buen tratamiento.
Para rematar la faena.