Hace unos días, el 16 de Septiembre, se cumplieron 30 años de la muerte de Cecilia Sophia Anna Maria Kalogeropoulou más conocida por Maria Callas.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
Nació en Nueva York el 2 de Diciembre de 1923 y era hija de emigrantes griegos. Por dificultades económicas familiares, tuvo que viajar a Grecia con su madre en 1937.
Estudió coloratura en el Conservatorio de Atenas con Elvira da Hidalgo, renombrada soprano y excelente profesora.
Debutó en 1941 con la obra "Tosca" de Puccini, en la Ópera de Atenas, un papel que luego interpretará en muchas ocasiones, y con el cual inició su despedida un cuarto de siglo después. Estuvo cantando en Atenas durante algunos años antes de realizar su debut italiano con "La Gioconda" de Ponchielli, en 1947 en Verona. Esta producción de La Gioconda estuvo dirigida por Tullio Serafin, quien se convirtió en su mentor musical.
En 1949, Maria Callas conoció a Giovanni Meneghini con quien se casó. Meneghini, junto a Tullio Serafín, guiaron su carrera. Estuvieron diez años casados.
Hizo su debut en La Scala de Milán en 1950 con la representación de "Aida". Su primera aparición en Nueva York fue en 1956 representando la ópera de Bellini "Norma", un papel que se convirtió en su especialidad.
Estuvo siempre interesada en recrear aquellas óperas que habían sido olvidadas, representando obras de Cherubini, Gluck, Haydn y Spontini. Trabajó con algunos de los más importantes directores de escena y orquesta del momento, entre ellos, Luchino Visconti, Leonard Bernstein, Carlo Maria Giulini y Herbert Von Karajan. También desarrolló una gran relación musical con otros cantantes, principalmente con el tenor Giuseppe di Stefano y el barítono Tito Gobbi, apareciendo con frecuencia en escena y en grabaciones.
En 1959, Maria Callas conoció al naviero griego Aristóteles Onassis, abandonando a su marido Giovanni Meneghini. Tuvo un breve retiro durante esta relación. Cuando volvió de nuevo a escena, su voz evidenciaba signos de decaimiento. En 1965, realizó su última representación operística con "Tosca" en el Covent Garden de Londres. Tenía entonces 41 años.
Debutó en 1941 con la obra "Tosca" de Puccini, en la Ópera de Atenas, un papel que luego interpretará en muchas ocasiones, y con el cual inició su despedida un cuarto de siglo después. Estuvo cantando en Atenas durante algunos años antes de realizar su debut italiano con "La Gioconda" de Ponchielli, en 1947 en Verona. Esta producción de La Gioconda estuvo dirigida por Tullio Serafin, quien se convirtió en su mentor musical.
En 1949, Maria Callas conoció a Giovanni Meneghini con quien se casó. Meneghini, junto a Tullio Serafín, guiaron su carrera. Estuvieron diez años casados.
Hizo su debut en La Scala de Milán en 1950 con la representación de "Aida". Su primera aparición en Nueva York fue en 1956 representando la ópera de Bellini "Norma", un papel que se convirtió en su especialidad.
Estuvo siempre interesada en recrear aquellas óperas que habían sido olvidadas, representando obras de Cherubini, Gluck, Haydn y Spontini. Trabajó con algunos de los más importantes directores de escena y orquesta del momento, entre ellos, Luchino Visconti, Leonard Bernstein, Carlo Maria Giulini y Herbert Von Karajan. También desarrolló una gran relación musical con otros cantantes, principalmente con el tenor Giuseppe di Stefano y el barítono Tito Gobbi, apareciendo con frecuencia en escena y en grabaciones.
En 1959, Maria Callas conoció al naviero griego Aristóteles Onassis, abandonando a su marido Giovanni Meneghini. Tuvo un breve retiro durante esta relación. Cuando volvió de nuevo a escena, su voz evidenciaba signos de decaimiento. En 1965, realizó su última representación operística con "Tosca" en el Covent Garden de Londres. Tenía entonces 41 años.
Tres años más tarde, Onassis la dejó por Jacqueline Kennedy.
Durante la última década de su vida, vivió casi recluida en París. Realizó pequeñas apariciones con di Stefano e impartió una serie de clases maestras en el Juilliard School de Nueva York entre 1971 y 1972.
Murió en París el 16 de Septiembre de 1977. La causa de su muerte nunca fue totalmente aclarada.
UNA VOZ PRODIGIOSA
Se ha dicho frecuentemente que poseía una voz ingrata y poco bella, así como una técnica poco sólida. Sin embargo, su voz era increíblemente poderosa, muy cristalina en su juventud, y su timbre poseía una gran gama de colores.
Abarcaba sin problemas el registro de soprano y el de mezzosoprano, es decir, que igual le daba interpretar "Carmen" (papel pensado para una mezzo) que "Lucia de Lamermoor" (reservado a una soprano). Tenía a la vez gran facilidad para los pasajes floridos. Muy musical y gran actriz. Su talento dramático confería un matiz vibrante a sus interpretaciones vocales que conmovía intensamente al público. Su vida fue tan llamativa y polémica como la de las heroínas a las que daba vida.
Desde su aparición, transformó el escenario tradicional con su forma de interpretar "Carmen", "Norma", "Tosca", "Medea". También lo amplió, al rescatar obras como “Ana Bolena” de Donizetti, “El Pirata” de Bellini o “Orfero y Eurídice” de Haydn.
Abarcaba sin problemas el registro de soprano y el de mezzosoprano, es decir, que igual le daba interpretar "Carmen" (papel pensado para una mezzo) que "Lucia de Lamermoor" (reservado a una soprano). Tenía a la vez gran facilidad para los pasajes floridos. Muy musical y gran actriz. Su talento dramático confería un matiz vibrante a sus interpretaciones vocales que conmovía intensamente al público. Su vida fue tan llamativa y polémica como la de las heroínas a las que daba vida.
Desde su aparición, transformó el escenario tradicional con su forma de interpretar "Carmen", "Norma", "Tosca", "Medea". También lo amplió, al rescatar obras como “Ana Bolena” de Donizetti, “El Pirata” de Bellini o “Orfero y Eurídice” de Haydn.
El 16 de septiembre de 1977 fallece en su casa parisina, donde permaneció recluida con la voz apagada y el corazón destrozado por la soledad de su amor no correspondido.
De esa forma, pone fin a la interpretación de su más logrado y sobrecogedor papel: el de "La Callas".
Aquel día cayó el telón vital para la voz trágica más impresionante de todos los tiempos.
Nos quedan sus grabaciones, registradas cuando su voz aún no había perdido esa inusual intensidad y hondura que fue su toque de distinción.
A través de ellas, perdura su arte inigualable, creado a fuerza de pasión y de trabajo, por aquella muchacha griega que aspiraba ser cantante y se transformó en el mito de una voz prodigiosa, con el nombre de María Callas.
A través de ellas, perdura su arte inigualable, creado a fuerza de pasión y de trabajo, por aquella muchacha griega que aspiraba ser cantante y se transformó en el mito de una voz prodigiosa, con el nombre de María Callas.
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