Alguien debería beber un buen trago de sake (bebida alcohólica japonesa) y, tras un corto periodo de reflexión, escribir arrodillado su yuigon (poema de despedida) sobre el tessen (abanico) abierto.
Quise hacer tantas cosas.
Y ser tantas cosas.
Quise hacer tantas cosas.
Y ser tantas cosas.
Que al final no hice nada.
Y al final no fui nada.
Y al final no fui nada.
Después de esto, con las manos cubiertas por un paño blanco, para no deshonrarse al mancharlas con sangre, sujetará su corta wakizaski (pequeña espada) y la hundirá con fuerza en la zona izquierda de su vientre, desplazándola después hacia la derecha para luego volver al centro y subir hacia el tórax intentando llegar al corazón.
Alguien debería realizar un idealizado seppuku (mal llamado hara-kiri) para reparar los errores cometidos.
Está escrito en el viejo Código de Honor de los grandes guerreros. El seppuku hace digno al hombre que quiere morir digno.
Si el guerrero no se encuentra con fuerza suficiente, algún kaishaku (compañero que ayudaría al guerrero a realizar el suicidio) debería ayudarle a terminar el ritual seccionando su cabeza.
Está escrito en el viejo Código de Honor de los grandes guerreros. El seppuku hace digno al hombre que quiere morir digno.
Si el guerrero no se encuentra con fuerza suficiente, algún kaishaku (compañero que ayudaría al guerrero a realizar el suicidio) debería ayudarle a terminar el ritual seccionando su cabeza.
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