lunes, noviembre 20, 2006

HORMIGAS Y HORMIGUERO


Recuerdo que tenía unos cinco años.
Fue la primera vez que subí tan alto, al menos la primera vez que recuerdo.
Era un edificio enorme, situado cerca de una famosa plaza de la ciudad.
Después de montar en un rápido ascensor, me encontré en un balcón acristalado y reforzado con un enrejado de acero inoxidable.
Con cuidado y mucho miedo, mientras me sujetaba con las manos a los barrotes que protegían el cristal, acerqué la cara y miré hacia abajo.
Al principio sentí un vacío en el estómago, la distancia hasta el suelo me pareció enorme, pero en poco tiempo me fui acostumbrando a aquella desagradable sensación.
Empecé a distinguir multitud de puntitos que se movían con rapidez y sin ningún control. Enseguida supe que eran personas.
Mucha gente andaba o corría en todas direcciones, aparentemente sin que supiesen bien a donde iban.
Desde arriba daba la sensación que estaba contemplando la entrada de un hormiguero donde multitud de hormigas se movían como si buscasen algo que nunca llegaban a encontrar.
Años después volví a tener la misma sensación estando asomado al balcón de un hotel situado en una de las esquinas de la Plaza de Cataluña.
Apoyado en la barandilla, mientras miraba a todas aquellas personas entrando o saliendo de las bocas del metro, pensé en la idea de un Dios todopoderoso y sentí un escalofrío.
Si ese Dios fuese real y no un producto cultural fruto de nuestras limitaciones humanas.
Si ese Dios, en algún momento, tuviese la dudosa necesidad de mirarnos desde arriba.
Seguro que no pensaría en nuestro utópico libre albedrío.
Solo “pasaría” de nosotros como nosotros “pasamos” de las hormigas en la entrada de su hormiguero.

3 comentarios:

Unknown dijo...

solo que a veces como cualquier crio se deleita cogiendo una hormiga y la va despiezando poco a poco.... opone un dedo delande de su curso para ver cómo reacciona y esta cambia de dirección... o simplemente se dedica a pisotearlas....
Realmente este dios puede llegar a ser un poco injunsto y un mucho hijodeputa.... pero claro.... a lo mejor el tamb desde lo alto de su balcón tampoco puede hacer nada por evitarlo.... siempre puede entrar un virus que varie la idea del programa... habrá que preguntarle al oráculo????

saludos... hacía tiempo que no sabíamos nada de ti...

Anónimo dijo...

jejeje, descreidos mios... pero recordad que en este mundo también hay personas que se preocupan por las pobres hormigas!!

mrci dijo...

He estado menos de una semana con los dedos entumecidos por la brisa norteña.
Supongo que llegó el frió del invierno y hacía falta volver a ponerlos a trabajar para que entrasen en calor.
Y a todo esto...
Recuerdo que en mis tiempos de cachorro, yo era un poco más... ¿sádico? (si cabe) que ahora.
Buscaba un insecto tamaño grande para las pequeñas hormigas (valía cualquier hermoso coleóptero que tuviese la mala "suerte" de pasar bajo mis ojos) y lo soltaba muy cerquita de la entrada del hormiguero.
¿Casualidad o causalidad?.
¿Azar o necesidad?.
Uhmmm, estoy seguro que en aquellos momentos me daba lo mismo.
Pero...
¡Que delicia ver lo que pasaba a continuación!.
Supongo que quería dejar claro que también me preocupaba por las pobres hormigas.
¡Faltaría más!.
Y es que eso de arrogarse por un momento el poder sobre la Vida o la Muerte...
Como que tiene su aquel... ¡morboso!.
Aunque solo fuesen, desde mi punto de vista, pobres y diminutas hormigas.
Saludos norteños :)