Pero que ganas de ofender al personal.
Que interés en irritar y soliviantar el entorno.
A cualquier bicho viviente que se ponga por delante. Incluso que se ponga al lado.
¡Que ya les vale!
Ganas de echar leña al fuego. Más bien gasolina.
Con lo escaso que se está volviendo este combustible líquido. Casi tan caro como se va a poner el gaseoso. Acción, reacción.
Algunos siguen empeñados en tomar decisiones a base de sobresaltos. Con el mismo efecto que produce un elefante entrando en una cristalería.
Es esencial realizar determinados cambios, lo pide la propia sociedad. En muchos casos son necesarios, incluso imprescindibles, para el buen funcionamiento y evolución de una democracia sana y saneada.
Pero tan malo es pasarse, como quedarse corto en estas reformas.
Esta claro que algunos se están pasando.
Ciertas modificaciones deben realizarse con guante blanco. Suavemente. Evitando movimientos bruscos que produzcan el efecto contrario al deseado.
Se aceptan pequeñas vibraciones, pero no son aconsejables los terremotos ni los tsunamis asociados.
Y menos aquellos que impliquen la destrucción de valores o propiedades. No digamos si hay muertes por medio.
Los experimentos rompedores pueden resultar muy caros para la estabilidad de una sociedad.
El pensamiento mágico como sustentador de una forma de actuar en política siempre acaba siendo nefasto para los ciudadanos de a pie.
Que interés en irritar y soliviantar el entorno.
A cualquier bicho viviente que se ponga por delante. Incluso que se ponga al lado.
¡Que ya les vale!
Ganas de echar leña al fuego. Más bien gasolina.
Con lo escaso que se está volviendo este combustible líquido. Casi tan caro como se va a poner el gaseoso. Acción, reacción.
Algunos siguen empeñados en tomar decisiones a base de sobresaltos. Con el mismo efecto que produce un elefante entrando en una cristalería.
Es esencial realizar determinados cambios, lo pide la propia sociedad. En muchos casos son necesarios, incluso imprescindibles, para el buen funcionamiento y evolución de una democracia sana y saneada.
Pero tan malo es pasarse, como quedarse corto en estas reformas.
Esta claro que algunos se están pasando.
Ciertas modificaciones deben realizarse con guante blanco. Suavemente. Evitando movimientos bruscos que produzcan el efecto contrario al deseado.
Se aceptan pequeñas vibraciones, pero no son aconsejables los terremotos ni los tsunamis asociados.
Y menos aquellos que impliquen la destrucción de valores o propiedades. No digamos si hay muertes por medio.
Los experimentos rompedores pueden resultar muy caros para la estabilidad de una sociedad.
El pensamiento mágico como sustentador de una forma de actuar en política siempre acaba siendo nefasto para los ciudadanos de a pie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario