lunes, marzo 12, 2007

PAPANATAS Y PAPANATOS

Desconozco cual es la verdadera razón o las razones por las cuales tenemos tendencia a humanizar el comportamiento de las distintas especies animales que conviven con nosotros en este vapuleado planeta llamado Tierra.
La fabulosa maquinaria empresarial de la factoría creada por Walt Disney sabe muy bien de que hablo.
Utilizó y sigue utilizando, al igual que sus seguidores, a los animales en sus dibujos y películas como ejemplo simbólico de las distintas virtudes o defectos asociados con la moral humana.
Pero esta tendencia no es una propensión actual.
Ya en el siglo VII adC. Esopo empleaba a los animales en sus relatos cortos llamados fábulas con el propósito de adoctrinar, de acuerdo con algún principio ético o moral que aparece al final o al principio de la narración y al que se denomina moraleja.
Posteriormente la cultura india, árabe y judía aportaron gran cantidad de escritos siguiendo la misma tradición.
Por tanto, la fábula como subgénero narrativo tuvo una gran importancia como instrumento educacional, incluso manipulador, a lo largo de todos los tiempos y culturas.
La extrapolación de determinados comportamientos en algunas especies animales y las consecuentes interpretaciones antropológicas de estos, puede llegar a ser abusivas o sesgadas.
Muchos escritores y lectores en un intento, tan frecuente hoy en día, de mantenerse dentro de una visión políticamente correcta pueden crear estereotipos totalmente absurdos.
Incluso llegan a caer en el mismo ridículo que se incurre al utilizar reiterativamente el género masculino y femenino para denominar a un grupo determinado de personas que siempre se designó con el género neutro.
Nuestra Lengua, la que utilizamos cuando intentamos comunicarnos, no es machista ni sexista. Pero si puede llegar a serlo el uso que hacemos de ella.
Y a todo esto...
Con asombro y después de releer lo escrito, me pregunto:
¿Mediante que absurdos mecanismos mentales, al principio de este escrito me dedico a elucubrar sobre el posible machismo del “Rey León”, sigo a continuación con las fábulas de Esopo y termino escribiendo sobre las “modas” y los “modos”?.
Seguro que son simples desvaríos de una mente calenturienta por culpa del cambio climático.

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