martes, enero 02, 2007

FUMAR ES UN PLACER


Estos últimos días he estado fuera de casa.
No hay nada como viajar para tener nuevas sensaciones, ver gente extraña y descubrir distintos paisajes y paisanajes.
Siempre puedes encontrar algo inédito y que no conocías al doblar una esquina, cambiar de calle o entrar en un moderno edificio de una gran ciudad.
Pero antes debes desplazarte al lugar elegido. La forma más socorrida y rápida de hacerlo es usando el avión.
Una de las sensaciones más claras de estar perdiendo el tiempo es la espera en los aeropuertos. Pero esa impresión puede llegar a ser engañosa.
Para matar el tiempo, puedes ver como la policía actúa en el control de las personas y sus equipajes, puedes dedicarte a leer, a jugar con cualquier máquina a la caza de marcianitos o algo que puede resultar mucho más interesante: observar a la gente que pasea a tu alrededor.
Los asientos de las salas en los aeropuertos no suelen ser demasiado cómodos y la espera puede hacerse eterna.
Aquellos que tienen la “costumbre” demasiado arraigada de fumar, no tienen más remedio que buscar un sitio donde poder dar rienda suelta a esa perentoria y apremiante necesidad.
Lo tienen difícil. Y cada vez se está poniendo peor.
Solo pueden encender el cigarrillo y fumarlo en los lugares destinados para ello.
En los modernos aeropuertos son pequeños cubículos acristalados de pocos metros cuadrados de superficie donde se apretujan varias personas alrededor de un cenicero mientras apuran, compulsivamente y hasta el fondo, el humo de sus cigarrillos.
Desde hace un tiempo tengo la sensación, cada vez más evidente, de que son considerados como parias de la sociedad, gente débil, enfermiza y viciosa, casi depravada.
Se piensa en ellos como generadores de enormes gastos sanitarios, con la alevosía de convertir en fumadores pasivos a toda la gente que está a su alrededor.
El cinismo y la hipocresía de la sociedad y sus dirigentes son impresionantes.
Todos sabemos que el tabaco es una potente droga y que, una vez que te habitúas a ella, crea una dependencia tanto física como psíquica muy difícil de erradicar en el individuo que la padece.
La propia sociedad aletargada y el interés recaudador de los estados aplaudieron y favorecieron el desarrollo y consumo de esta droga, aún sabiendo perfectamente todos los efectos negativos que implica su uso.
Influyó e influye la propaganda implícita y explícita de los anuncios, las películas y todos los demás medios audiovisuales.
La manipulación y ocultación de datos negativos para la salud por parte de las fabricas de tabaco, con el consentimiento de las administraciones, hicieron el resto.
Con la doble moral imperante será difícil hacer desaparecer el problema. La erradicación de su consumo llevará mucho tiempo y va a implicar el uso de enormes cantidades de recursos sociales y económicos.
Mientras pensaba en ello, miré hacia la zona de fumadores, vi como varias personas intentaban ocultar entre sus dedos y la palma de la mano su cigarrillo encendido.
De vez en cuando y con rapidez llevaban la mano a la boca para dar una profunda calada. Algunos cerraban los ojos al hacerlo y una relajación contenida se apreciaba en su cara.
En ese momento me vinieron a la memoria las hamburguesas gigantes, el doble de patatas con ketchup y las tallas XXL de ropa.
Pensé que tenía que poner "las barbas a remojar".
Una extraña y poco agradable sensación recorrió mi espalda.

2 comentarios:

Unknown dijo...

unos se fuman un cigarro... otros se meten un transilium10 o algo parecido mezclado con algo de alcohol para poder superar el miedo a volar, en fin... y el dinero que se saca en impuestos indirectos??? generas un moustruo y luego aplicas medidas dictatoriales para hacerlo semi-desaparecer... pero no del todo...??? a mi estos temas me generan mucha bilis...
saludos y feliz entrada en el 2007...

mrci dijo...

Todos los excesos son negativos...
Y es que no hay nada como el punto medio.
Ni frio, ni calor:
Cero grados.
Ahora se meten agresivamente con los fumadores de tabaco (con esto no quiero, para nada, defender al tabaco como droga que es, ni las consecuencias de su consumo; pero intento comprender a los fumadores atenazados por su dependencia).
Lo siguiente que toca es la obesidad y la mal llamada "comida basura".
Luego a saber en que fijaran su dedo crítico.
Pero los anuncios seguiran machando sin tener en cuenta los aspectos negativos de lo que anuncian.
"Poderoso cabellero" decía D. Francisco de Quevedo Villegas, y es que no hay nada nuevo bajo el sol.
En fin.
Pues eso.
¡Feliz año nuevo!:)
Que ya no es tan nuevo.
Saludos norteños :)