jueves, enero 18, 2007

SE ADMITEN PERROS


Estaba yo paseando por la ciudad, acompañado por mi perro, cuando vi algo que me dejó realmente complacido.
Fue en un local dedicado a la venta de productos alimentarios.
En el cristal de la puerta había una pegatina que indicaba gráficamente la prohibición de entrar con perros.
Al otro lado de la puerta de entrada, en el pequeño peldaño que daba acceso al local, había un pequeño recipiente de plástico sujeto con una cadena a la pared y en cuyo interior había agua.
Como se puede apreciar en la foto, en la misma zona de la pared donde estaba atado el bebedero, había una argolla para poder sujetar al perro mientras el cliente realiza la compra.
Contemplando el sencillo y efectivo “invento”, pensé en la rápida evolución que se estaba produciendo en la educación y en las costumbres sociales.
No hace tanto que la gente tenía la desagradable conducta de escupir, sin ningún recato, en el suelo.
También era costumbre, ahora menos, el arrojar los papeles o desperdicios por los suelos, en vez de depositarlos en las correspondientes papeleras (entre otras cosas porque no las había).
Aún no está del todo “asumido” por los dueños que deben recoger los excrementos de sus perros. Aunque poco a poco se va admitiendo esta obligación.
Estuve buscando, mientras continuaba con el paseo, si había otros comercios que hubiesen tenido la misma idea (argolla y recipiente de agua), pero no encontré ninguno.
Si vi un par de ellos que tenían, en uno de los laterales del escaparate, una pequeña y discreta argolla para poder atar la correa del perro.
Supongo que será cuestión de tiempo que se ponga de moda entre los comerciantes.
Les va en ello el incremento en las ventas y en el número de clientes.

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