miércoles, diciembre 12, 2007

LAS LLAVES

Estoy casi seguro.
Las había dejado sobre la dichosa mesa de la cocina. Fue el típico olvido. Me di cuenta a tiempo y volví a buscarlas antes de salir.
No es la primera vez que olvido las llaves dentro de casa. Como solución en estos casos, más frecuentes de lo deseado, tengo un par de copias repartidas por la familia.
Pero no es nada agradable tener que molestar. Y menos tener que observar la sonrisa entre irónica y divertida que ves en el familiar cuando te entregan la copia.
Incluso a veces se atreve a decir que no se me olvide devolverlas.
Bueno, como iba diciendo, estaba seguro que las había olvidado sobre la mesa. Al volver a por ellas, me di cuenta de que no estaban donde teóricamente las había dejado. Busqué dentro de mis bolsillos. En los de la chaqueta, pantalón y camisa.
Luego miré bien por toda la cocina sin lograr encontrarlas. Alrededor de la mesa, bajo ella, en las sillas.
Abrí el horno. ¿Cómo pude pensar que las hubiera metido dentro del horno?.
Incluso miré dentro de la lavadora y de la nevera. Nada.
Cuanto más buscaba, más seguro estaba de que era sobre la mesa donde las había puesto. Pero sobre el granito gris de la mesa solo había unas pequeñas migajas de pan en una esquina. Mínimos restos del anterior desayuno.
Decidí buscar por el resto de la casa. Revolví cajones, armarios. Entré en los baños. Pensé en todo lo que había hecho anteriormente, desde que me levanté hasta esos momentos. Volví sobre mis pasos intentando adivinar que movimientos inconscientes había realizado.
Mi ansiedad fue aumentando por momentos. Las llaves habían desaparecido y no lograba dar con ellas. En la búsqueda, encontré multitud de cosas que ya no recordaba que tenía guardadas. Pero las dichosas llaves seguían sin aparecer.
Sabía que en cuanto dejase de buscar aparecerían en el lugar más inesperado.
Cansado y nervioso, volví de nuevo a la cocina. Al entrar en ella miré con cierto desdén de nuevo hacia la mesa.
Y allí estaban. Las malditas llaves. Sobre el granito gris. Justo en el centro de la mesa.
Al momento supe que siempre habían estado allí. Esperándome.

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