"Sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana, y de lo primero no estoy seguro". Albert Einstein.
El video anterior está extraído del programa "Gran Hermano" del canal "Telecinco". Aparecen varios comentarios claramente homófobos de uno de los "concursantes". Peor aún, refiere que son los conceptos que le aporta su religión.
Mientras, los otros concursantes escuchan y ríen sus opiniones entre comprensivos y azorados. Ni siquiera intentan usar la lógica dialéctica para cambiar los conceptos que ese personaje tiene respecto a la homosexualidad y sus causas.
Es triste apreciar que quien tiene más posibilidades de sufrir en sus carnes el racismo, se comporte de forma tan racista.
Estos absurdos comentarios, realizados con el único afán de notoriedad, no tienen más importancia que aquella que se les quiera dar.
Valorado lo visto y oído, pues... poca o ninguna.
Lo realmente grave es que este deprimente "programa-concurso" es un espejo donde se refleja nuestra sociedad, y donde muchos de sus integrantes tienen las mismas o parecidas ideas.
Reveladora la falta de tolerancia y de comprensión con los semejantes que implican estas opiniones. Pero es más significativa y deplorable la permisividad que se aprecia en nuestra sociedad cuando alguien se atreve a decirlas en voz alta.
Supongo que se necesita educar, con urgencia, sobre lo que implica la "Declaración Universal de los Derechos Humanos".
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