martes, octubre 16, 2007

SENTIDO DEL HUMOR, HUMOR SENTIDO


Últimamente soy un gran mar de dudas, y la cosa no mejora. A veces llego a pensar que la famosa frase: “pienso, luego existo”, debería de haber sido: “dudo, luego existo”.
Como es lógico, siempre surgen preguntas ante tantas dudas. ¿Es aconsejable manifestarlas en voz alta?.
En contestación, me acuerdo de la máxima que dice: “Quien pregunta, puede parecer tonto. Pero el que no pregunta lo es”.
Las preguntas pueden ser existenciales y profundas, ¿tienen sexo los ángeles? o nimias, ¿es el universo finito?.
Ante estas u otras parecidas preguntas, la mejor forma de hacerlas y contestarlas, sobre todo si son del segundo tipo, es mediante el buen uso del "sentido del humor".
Como dice la “Wiki”, existen numerosas técnicas específicas para hacer buen humor.
Entre otras, están la ironía, el sarcasmo, la hipérbole, el anticlímax ("Dios ha muerto, Marx ha muerto y yo no gozo de buena salud", Woody Allen), el enigma o definición incompleta o elíptica, la antítesis, el oxímoron, la atenuación o litotes, la alusión, el non sequitur, la silepsis, el juego de palabras, la sátira, la parodia o la paradoja.
¿Por qué y para qué utilizar el sentido del humor?
Son muchas y variadas las razones. El humor trata con ligereza las cosas importantes y con importancia las cosas ligeras. Lo primordial es reírse con alguien, no de alguien. A ser posible, reírse de uno mismo y de las circunstancias que nos rodean e influyen, sobre todo las negativas o desagradables. Mediante el humor permutamos la acción agresiva de morder, por la estrategia de enseñar los dientes mediante la risa o la sonrisa.
Solo los humanos somos capaces de aportar ese atributo a la sonrisa y hacer del humor un único Lenguaje Universal. Sin fronteras, incluso sin palabras.
En el humor lo importante es la complicidad. Es un acuerdo de no agresión mediante la exquisita agresión de la sonrisa. Un pacto de amigos, siempre dentro del respeto mutuo, sin intransigencia y con total tolerancia.
Con el humor se intenta difuminar el miedo, la violencia, el resentimiento y el odio soterrado. Se busca mostrar, sin demostrar, la verdad relativa, pues la absoluta no existe.
Debo reconocer que me encantan algunas de las formas de hacer buen humor, sobre todo el “irónico” o el “sarcástico”. A veces, con mejor o peor fortuna, intento utilizarlas con los amigos que me rodean. Incluso recurro a otras modalidades menos eficaces, como puede ser el “humor negro”.
Y es que en cien años, todos calvos.

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