Subo unos mapas históricos de Europa. Solo unos pocos. Hay muchos más. Solo son pequeños ejemplos sobre la evolución en el tiempo de las distintas fronteras. Sobre todo en determinados lugares podemos ver las interesantes modificaciones que se fueron produciendo.
MAPA EUROPA SIGLO XII==========================
MAPA EUROPA SIGLO XIV===========================
MAPA EUROPA SIGLO XVIII===============================
MAPA EUROPA SIGLO XIX=================================
MAPA DE EUROPA SIGLO XX =================================
MAPA DE EUROPA SIGLO XXI
MAPA DE EUROPA SIGLO XXI===============================
De vez en cuando me gusta leer libros cuyo tema sea la Historia.
Es una forma, como otra cualquiera, de ver que nada es verdad ni es mentira y todo depende del color del cristal con que se mira.
El tiempo pasa y con él, todo evoluciona y cambia. Incluso aquellas cosas que, en nuestra pequeña y poco duradera existencia, pensamos que son inmutables, si las miramos desde una cierta perspectiva, vemos que poco a poco se fueron modificando.
Hace muchos años tuve en mis manos, por primera vez y no única, un atlas histórico con multitud de mapas en los que se veía como fueron cambiando con el paso del tiempo las artificiales fronteras de los distintos países.
Algunos nombres se hacían presentes en un momento determinado, duraban un tiempo y luego desaparecían. Otros se mantenían aunque sus fronteras se desplazaban en uno u otro sentido.
Era fácil imaginar que implicaban esos cambios y sus consecuencias. Guerras, hambres, muertes, pestes. Los cuatro famosos y temidos jinetes.
Las causas de esos cambios cayeron en el olvido y muchas de ellas perdieron cualquier valor que hubieran podido tener.
Ansia de Poder, egoísmos, imposición de ideas contrapuestas, absurdas disquisiciones religiosas, búsqueda y justificación de diferencias inexistentes.
El tiempo siguió y sigue pasando. Pero a pesar de ello, no hemos aprendido nada, no hemos logrado sacar las oportunas conclusiones.
Es una forma, como otra cualquiera, de ver que nada es verdad ni es mentira y todo depende del color del cristal con que se mira.
El tiempo pasa y con él, todo evoluciona y cambia. Incluso aquellas cosas que, en nuestra pequeña y poco duradera existencia, pensamos que son inmutables, si las miramos desde una cierta perspectiva, vemos que poco a poco se fueron modificando.
Hace muchos años tuve en mis manos, por primera vez y no única, un atlas histórico con multitud de mapas en los que se veía como fueron cambiando con el paso del tiempo las artificiales fronteras de los distintos países.
Algunos nombres se hacían presentes en un momento determinado, duraban un tiempo y luego desaparecían. Otros se mantenían aunque sus fronteras se desplazaban en uno u otro sentido.
Era fácil imaginar que implicaban esos cambios y sus consecuencias. Guerras, hambres, muertes, pestes. Los cuatro famosos y temidos jinetes.
Las causas de esos cambios cayeron en el olvido y muchas de ellas perdieron cualquier valor que hubieran podido tener.
Ansia de Poder, egoísmos, imposición de ideas contrapuestas, absurdas disquisiciones religiosas, búsqueda y justificación de diferencias inexistentes.
El tiempo siguió y sigue pasando. Pero a pesar de ello, no hemos aprendido nada, no hemos logrado sacar las oportunas conclusiones.
Continuamos desconociendo la Historia. Y por ello, estamos condenados a repetirla.
3 comentarios:
y todo precisamente en un momento en que se supone que debemos tender a fomentar la Unión de Europa e ir eliminando esas fronteras aunque sea de manera simbólica... y curiosamente es cuando más surge la necesidad de generar más fronteras.... hay que mantener las raíces, las costumbres, recuperar no se qué identidad... y luego ves que todo eso ya era pisoteado, intercambiado en un juego de reyes y emperadores ya en la edad media... y no te cuento en la época de Carlos V... y así hasta el SXX... y tienes razón... siempre tropezando en la misma piedra...
besos..
Si. No tenemos solución.
Somos unos agresivos y competitivos primates territoriales.
Cualquier excusa es buena para delimitar con múltiples piedrecillas lo que consideramos nuestro "inalienable territorio".
Posiblemente nuestro desarrollo cultural y tecnológico depende de la fuerte competitividad tanto intrínseca como extrínseca de nuestra especie.
Supongo que esta competitividad es el arma más importante en nuestro afán de transmitir la información de nuestros genes a la descendencia.
Y sobre todo, es imprescindible en nuestra lucha por la supervivencia contra otras especies, mucho mejor adaptadas a un entorno que queremos conquistar y ocupar.
Esperemos que el precio a pagar no sea demasiado caro.
Sería sutilmente irónico que nos ahogasemos en nuestro propio éxito.
Saludos norteños :)
Gran tema éste (en Julio publiqué algo respecto a eso), y bueno definitivamente el precio a pagar será alto, existe una desconexion intensa en la humanidad que se acrecenta diariamente, José Saramago diria: "Creo que no nos quedamos ciegos, creo que estamos ciegos, ciegos que ven , ciegos que, viendo, no ven"...
Abrazos!
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