domingo, mayo 20, 2007

RAPIDEZ ANTE UNA URGENCIA VITAL


Son muchas las formas como se les denomina.
Memory sticks, lápices USB, memorias USB, pendrives, llaves USB, memorias flash, sticks USB, etc...
Son pequeños, fáciles de llevar y de usar. Atractivos en sus formas, colores y diseños.
Se están imponiendo dentro de los usuarios de la informática como los dispositivos de almacenamiento portátil más utilizados dadas las características que poseen.
Y es que son baratos, rápidos, de reducido tamaño, de bajo precio y no necesitan alimentación eléctrica.
Son compatibles con casi todos los sistemas operativos habidos y por haber, resistentes a los golpes y a las humedades.
Su uso no precisa instalación ni programas específicos para poder leerlos. Solo se necesita un puerto en el ordenador tipo USB.
Una vez introducido en uno de ellos, no se necesita instalar ningún controlador para su uso y disfrute.
Hoy en día es muy utilizado para el intercambio de información entre unos ordenadores y otros por su rapidez, eficacia, facilidad y total compatibilidad.
El aumento de la cantidad de información que se puede almacenar en estos pequeños dispositivos, sin aumentar su precio, hace que cada vez sean más demandados.
Su pequeño tamaño y su portabilidad les da la capacidad de ser llevados con total libertad y sin molestias.
Se pueden colgar de una cadena, del llavero o simplemente ser llevados en el bolsillo o en la propia cartera del dinero.
Esta última característica podría permitir el uso de estos dispositivos para un fin que no se pensó en un principio pero que puede ser muy útil para determinadas personas.
Me refiero a aquellas que tienen determinado tipo de enfermedades.
Pacientes que presentan alteraciones o déficit neurológicos que afecten a su nivel de conciencia o intelecto. Personas que tienen enfermedades crónicas con posibilidad de una grave y urgente agudización.
Sería de gran ayuda para el personal sanitario que todo paciente con estos u otros antecedentes patológicos, llevase colgado del pecho uno de estos dispositivos con su historial clínico.
De la misma forma que llevamos cadenas con toda suerte de medallas o símbolos, sería mucho más interesante llevar un pequeño lápiz USB con los datos precisos.
Datos que serían introducidos y renovados con cierta periodicidad por el médico de cabecera siguiendo unos parámetros consensuados.
En esta historia clínica informatizada se podrían incluir resultados anteriores de analíticas, radiografías escaneadas o los resultados de otras pruebas realizadas previamente y que fuesen de interés para la evolución y el posterior tratamiento del paciente.
Si esta persona tuviese la mala suerte de precisar los cuidados de cualquier hospital o servicio de urgencias (nacional o internacional) ante un nuevo proceso patológico o un agravamiento de su enfermedad conocida, los médicos solo tendrían que "conectar" la memoria USB en cualquier terminal de un ordenador para saber inmediatamente su historial médico y sus antecedentes clínicos.
Se ahorrarían una gran cantidad de tiempo en beneficio del paciente.
El mismo tiempo que pierden esperando por la historia clínica del enfermo para pautar el tratamiento adecuado.
En resumen: sería un método bueno, quedaría bonito y sobre todo sería eficiente y barato.
Existe el problema de la seguridad y la protección de los datos ante posibles accesos "no autorizados", pero supongo que el paciente debe valorar su supervivencia en lo que vale.

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